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Comprometidos con Dios y La Humanidad
"CON DIOS VAMOS UNIDOS, HUMANIZANDO,EDUCANDO Y TRANSFORMANDO PARA CONSTRUIR UN FUTURO MEJOR"
Analizando el contexto actual, observamos que los pueblos de diferentes razas, naciones, estados, lenguas, y culturas intentan sobrevivir y auto-sostenerse en medio de una globalización y postmodernismo cada vez más crudo que “eliminan” y “discriminan” al ser humano, incluyéndolo en el mundo en un sentido, pero a la vez aislándolo de posibilidades concretas de bienestar, formación, superación y aún de una correcta educación.
Consecuentemente, los valores tradicionales son cada vez más cuestionados, la disfunción familiar se fortalece, los roles se invierten en la sociedad, la violencia, la corrupción y la inmoralidad ganan más espacio en las instituciones y en el corazón del hombre que se cree bueno en sí mismo y que todo lo puede. Esto lo lleva a vivir por sus propias reglas, sin límites concretos entre lo bueno y lo malo, siendo todo igualmente relativo
Frente a toda esta realidad, nace la imperiosa necesidad de volver a los conceptos bíblicos de la Palabra de Dios siempre vigente, actual, aplicable a toda cultura, época, pueblo y nación; que permanece a través del tiempo, haciéndose reales las palabras en ella escritas, “... sécase la hierba, marchítase la flor, mas la Palabra de Dios permanece para siempre” (Isaías 40:7).
Hemos observado el éxito de estas verdades aplicadas a la vida, que han logrado construir hogares desechos, liberar a jóvenes adictos; reinsertar a niños abandonados, contener y restaurar a adolescentes agresivos y violentos; y otras tantas vidas animadas, consoladas, orientadas, potenciadas con un futuro más promisorio, como dice San Pedro “...con buena calidad de vida” (1º Pedro 2:12).
Nuestro Complejo Educativo no se satisface solo en enseñarle al alumno cómo ganarse la vida, sino a “cómo vivir”. Es por esto que, mientras las instituciones humanas creen que para cambiar la vida del ser humano se necesitan más y mejores leyes, metas morales, cultura, policías, cárceles, más maestros,... nosotros decimos... “más Biblia” que es lo único que puede cambiar el corazón del hombre...San Juan 3: 16 – 18.